Contigo cree recuerdos en mi mente muy bonitos, que dejo un sabor amargo cuando vi que no podría ser.
Estamos cumpliendo un año de nuestros primeros encuentros más íntimos.
Podría estar llorando ahora mismo, sintiendo una profunda tristeza pensando en que esos momentos ya no están entre nosotros.
Pero no lo estoy haciendo, ni tampoco quiero volver a pensar en que pasaría si hubiéramos hecho las cosas de distinta manera.
No guardo rencor, tampoco me quiero volver acercar. Simplemente te perdono, y me perdono a mi. Así ya no tenemos nada pendiente. Ya está, corto esos lazos sentimientos que nos cortan la libertad de vivir nuestro presente, pensando en un pasado que fue pero ya no es.
Hoy me siento libre, reconozco que tengo una herida sentimental, pero se va cerrando a medida que la acepto.
Contigo he sabido lo que es enamorarme fuertemente y admirar a alguien, aunque quizá sólo te idealizé. Eso se quedará en la duda. Pero no importa.
Hablemos de lo que importa. Lo que importa es mi presente y aquí y ahora me desapego de ese recuerdo en el qual me aferraba.
Estoy bien, te agradezco las experiencias que compartimos, me hicieron más consciente. Ahora voy a seguir mi camino, como cada persona sigue el suyo o al menos así debería ser.
¿Qué más puedo decir? Estoy orgullosa de mí y del camino que voy a tomar en dirección a mis sueños y mi verdadera felicidad a largo plazo.
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